Conectar con el Cuerpo - Biodinámica Craneosacral

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En una sesión de Biodinámica Craneosacral es habitual que se despierten sensaciones. Sentimos a nuestro cuerpo fluir, latir, contraerse, expandirse, cambiar de temperatura…Sentimos el cuerpo desde dentro. Sentimos la parte y sentimos el todo. Sentimos cómo ese órgano, músculo, estructura que nos aqueja hace “cosas”. Sentimos que lo que ocurre allí, despierta algo aquí. Sentimos que nuestro cuerpo está vivo, que “sabe” algo que nosotros no sabemos. Esto nos ayuda a establecer una relación íntima con nuestra corporalidad, nos ayuda a encarnarnos un poco más.

A menudo memorias “olvidadas”, profundamente guardadas en las células, se hacen presentes. Es fascinante sentir a los tejidos contar la historia, como si hubieran estado esperando largo tiempo a ser escuchados. El organismo hace su trabajo y resuelve. Me sorprende lo grácil y suave que puede ser el proceso, aun cuando la historia es cruda. Otras veces el proceso se hace intenso, reclamando la expresión interrumpida de emociones, sonidos, palabras, gestos. Siempre hermoso, íntimo y conmovedor; un pequeño encuentro con el misterio. 

 

El cuerpo es nuestro hogar primordial. Y sin embargo gran parte del tiempo estamos desconectados del cuerpo o tenemos una relación utilitaria y mecánica con él. El habitar profundamente nuestros cuerpos es fundamental para estar verdaderamente presentes, a la vez con solidez y capacidad de adaptación.

 

¿Cómo sería abrirnos a nuestro cuerpo, habitarlo, sentirlo, dejar que nos acoja realmente? ¿Cómo cambiaría esto la experiencia de nosotros mismos, de nuestras circunstancias y encuentros? ¿A qué sabiduría tendríamos acceso?

 

Nuestro cuerpo tiene un lenguaje poético que ha de ser sentido antes de ser entendido

 

Por Verónica Lassus

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Comentarios: 4
  • #1

    Constanza Toribio (jueves, 21 julio 2016 14:30)

    Tengo gran respeto y afecto profundo por mi cuerpo. Y estoy sinceramente agradecida con este cuerpo maravilloso que me tocó en esta existencia. Lo cierto es que me encantaría poder realizar lo que se plantea en este artículo, cómo habitarlo, sentirlo, dejar que me acoja? Cuánto quisiera que mis tejidos, mis entrañas me contaran lo que tienen guardado, lo que necesitan decir........Gracias Verónica por este artículo tan preciso y claro. Un abrazo.

  • #2

    Verónica Lassus (jueves, 21 julio 2016 22:00)

    ¡Qué bonito Constanza! Así, como lo estás haciendo, con amor, respeto y escuha...Habitar más y más el cuerpo lleva toda la vida! Te mando un cariñoso abrazo

  • #3

    Helio (viernes, 22 julio 2016 09:10)

    He recibido y sigo recibiendo sesiones de esta terapia. Desde entonces sé que ha cambiado mi vida pues como tú dices:"Otras veces el proceso se hace intenso, reclamando la expresión interrumpida de emociones, sonidos, palabras, gestos. Siempre hermoso, íntimo y conmovedor; un pequeño encuentro con el misterio."
    Sé que tengo que dar un nuevo paso y tu artículo es de los más sabios que he leído, así que: ¿Por dónde empezamos?
    Gracias Verónica.

  • #4

    Verónica Lassus (sábado, 23 julio 2016 19:54)

    ¡Muchísimas gracias Helio!
    En mi experiencia cuando se trata de dar un nuevo paso, el camino más rápido es ir más despacio ;-) Aquietarse, profundizar, sentir, escuchar...de la quietud y el silencio es de donde surgen los impulsos genuinos.
    Por si no lo has visto esta es mi web con info adicional: www.veronicalassus.com
    ¡Feliz día!